¡Germán, Germán, Germán!... auténtica divinidad. Si existe un premio al bebé más simpático ese será sin duda para él.
La mañana con él fue muy bonita, no dejo de sonreir y de envolver todo con su dulzura.
La alegría personificada... ¡Qué cielo de bebé! ¡Es guapo y divertido!... ¿se puede pedir más?
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