Esta primavera de 2010 mi pequeña sobrina hace su Primera Comunión. Un momento bonito donde va a recibir a Jesucristo con el sacramento de la Eucaristía.
Preciosas, bonitas, bellas... todos esos calificativos son los que oímos cuando vemos a los niños vestidos con su traje de comunión... y sí, porqué no, todos tienen que ser los principes de sus casas, "principes y princesas"... pués claro, ellos tienen que ser lo más hermoso para sus familias, "lo más"...y eso signífica que reciban todo el amor y el cariño de sus padres, familias y amigos. Qué importancía tiene si el traje es así o asá, si tiene unos regalos preciosos o muchas fotografías. No tenemos que olvidar que la mayor "competitividad" en éste asunto somos los adultos, ellos creo que aún tienen la nobleza del corazón de un niño y somos los demás los que tendremos que aprender de ir mirando mucho más las vida con los ojos de un pequeño.
"El tomar la Primera Comunión", ya no es lo que era, oímos decir mucho... pero ¿son los niños o somos los mayores? ...
Lo único importante es que sí ese día ellos son los grandes principes, reciben el amor a Jesús y ese amor no tiene que ser etéreo, somos los demás los que tenemos que potenciar y atesorar los pocos valores buenos de la Iglesia Católica y llevarlos cada día en la mochila, amando al prójimo un poquito más. Y aportando nuestro granito de arena para que el mundo mejore cada día.
De cualquier forma, a qué ella está preciosa.... je, je, je.... Ella es la princesa de mi vida, de ahí que para mi está guapa, guapa, guapa.
Andrea, felicidades, deseo que el recibir tu Primera Comunión sea un día especial.
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