La idea de diseñar y vender tarjetas para felicitar la Navidad se debío a un funcionario de Correos británico en 1843, Sir Henry Cole. a medida que mejoraban las técnicas de impresión, las tarjetas se hacían más populares y se imprimían en mayor número, algunas de ellas con auténticas obras de arte, como las que hacía el ilustrador de cuentos de Charles Dickens. En 1865, en Bostón, el empresario de oriegen alemán Louis Prang imprimió y vendió las primeras tarjetas de Navidad en los Estados Unidos. Y ya a comienzos del siglo XX la costumbre se había extendido por Europa, muy especialmente en Alemania.
No obstante, en Cataluña pueden presumir de la primera felicitación impresa del mundo, con un poema como única ilustración gráfica. Fue en 1831, una década antes que el inglés Cole, cuando el Diario de Barcelona puso en marcha la técnica de la litografía para, mediante una estampa, felicitar la Navidad a sus lectores a través de los repartidores.
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